Un salon de musique

Maestro de música:
Es necesario que una persona como vos, magnánima e inclinada al cultivo de lo bello, haga música en sus salones los miércoles o los jueves.

Jourdain:
¿Es costumbre entre gente distinguida?

Maestro de música:
Sí, señor

Jourdain:
Entonces tendremos música.

Molière, El Burgués Gentilhombre

Si se da crédito a Molière, hacia 1670 era habitual que un gentilhombre o un burgués poseyera un salón de música. Efectivamente, al igual que Philippe de Orleans, gran aficionado a la música y futuro Regente, los señores del reino y los grandes burgueses parisinos abrían salones en los cuales se difundía la creación musical del momento. Entre estos aficionados burgueses se distingue Pierre Crozat, considerado « el hombre más rico de París ». En su hotel parisino los conciertos se realizaban dos veces por semana.

Las reuniones musicales eran algo habitual también en las residencias de los músicos, como Michel Lambert, Elisabeth Jacquet de la Guerre y Mademoiselle Certain. Los aficionados a la música italiana se reunían en casa del sacerdote Nicolas Mathieu, donde se podía descubrir la música religiosa de los maestros italianos. Asimismo, se solían escuchar los motetes de Bernier, Campra, Charpentier e incluso las sonatas de Rebel, primeras del género en Francia.

Además, en dichos salones, tenían lugar asambleas donde la gente se reunía por el placer de hacer y escuchar música encargada para la ocasión. Así, en 1723, Dornel brindó al Concert des Mélophilètes, fundado por el mismo Crozat, un compendio de sinfonías.

Es probable que Jacques Hotteterre haya dado a escuchar ciertas obras suyas en alguno de estos salones. Así, en la introducción del Primer Libro de piezas para flauta travesera (1708), él precisa: He aquí las piezas que había prometido en el Tratado de flauta […]; pero antes he querido darlas a escuchar y consultar el sentimiento de personas capaces de juzgar con conocimiento y sin prevención.

¿El programa de este disco hubiera podido ser escuchado en uno de estos salones? Después de todo, Marais, Philidor, Hotteterre y De Visée trabajaban en Versalles, empleados en la Grande Écurie o en la Càmara del Rey. Así, nos gusta imaginar que hubieran podido compartir un momento musical en un contexto más íntimo que en la corte. Las obras aquí presentadas han sido compuestas en su mayoría en el mismo período (entre 1692 y 1717).

Un nuevo lenguaje instrumental nace durante la transición del siglo XVII al XVIII. En Francia, este nacimiento ocurre en la corte pero también bajo la protección de los salones de nobles, mecenas, aficionados e intelectuales que ofrecen un espacio nuevo, más libre de expresión. Libres de la crítica de la prensa, de las modas, de los gustos y los imperativos que imponen las grandes manifestaciones de la corte y los teatros contemporáneos, en el « salón » los músicos se entregan a la experimentación musical, al diálogo íntimo entre los instrumentos y a las audacias armónicas.

Marin Marais (1656 – 1728)
Suite en sol mineur des Pièces en trio

Pierre Danican Philidor (1681 – 1731)
Suite pour deux dessus sans basse

Jacques Martin Hotteterre (1674-1763)
Sonate en si mineur

Marin Marais
Suite en sol majeur du troisième livre des pièces de viole

Louis-Antoine Dornel (1685 – 1765)
Troisième sonate en trio en si mineur